La masa térmica – pisos, paredes y/o techos de mampostería – absorbe y almacena el calor solar durante el día en el invierno para posteriormente cederlo durante la noche.

Gran parte de la ganancia de calor que se deriva de la luz solar admitida en un espacio durante el día debe ser almacenada dentro del mismo espacio para posteriormente utilizarla durante las horas nocturnas.

Para almacenar una parte del calor ganado durante el día, se deben construir paredes, pisos y/o techos interiores de mampostería (hormigón, ladrillo, bloques de concreto, adobe):

  • Un mínimo de 10 cm (4 pulgadas) de espesor, con
  • Una “superficie expuesta de masa térmica en función del área acristalada solar” que tenga una relación de 3:1 a 9:1.

Cuanto mayor sea ésta relación, más calor podrá ser almacenado y más estable será la temperatura del interior. Hacer el techo interior y aquellos elementos cuyo sistema constructivo sea ligero de color claro, las paredes de cualquier color, y el piso de un color semi-oscuro a oscuro.

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