La realización de mapas de zonas de riesgo relacionados a efectos climáticos puede ayudar a identificar los posibles impactos de inundaciones, deslizamientos, huracanes, terremotos, sequías e incendios forestales.

A medida que cambia el clima, se prevé que se intensifiquen los fenómenos meteorológicos que ponen en riesgo los asentamientos humanos. Identificar a través de mapas dichos riesgos permite que ésta información sea utilizada en la planificación de nuevos desarrollos y que informe también a los residentes sobre los riesgos y medidas de evacuación a utilizar en caso de desastre.

La realización de mapas de zonas de riesgo incluye:

  • Un mapa base – un mapa topográfico de la zona.
  • Un mapa de registro de peligros – Ubicación de los acontecimientos que puedan ocurrir con base en la evidencia geológica, científica, y de datos históricos.

Un mapa de pronóstico – que muestra la ubicación del riesgo, su severidad, y probabilidad de ocurrencia.