Manzanas urbanas de corta longitud, aunadas a una red de calles densas y bien conectadas, fomentan el caminar, andar en bicicleta, y reducen el tráfico vehicular.

Manzanas urbanas de corta longitud ayudan a mejorar la movilidad ofreciendo rutas más directas a los peatones, ciclistas, y otros tipos de vehículos.  Esto permite que las estaciones de transporte público y los destinos sean más accesibles, que aumente el tráfico peatonal para el comercio local, y que la actividad del caminar sea más interesante.

Limite la longitud de las manzanas urbanas a un máximo de 150 metros y:

  • Mantenga el perímetro de las manzanas urbanas entre 300 y 600 metros;
  • Reduzca la longitud de las manzanas que estén más cerca de los distritos centrales;
  • Cree vías peatonales que atraviesen aquellas manzanas cuya longitud exceda los 150 metros;
  • Planee para un mínimo de 50 intersecciones por kilómetro cuadrado; y
  • Fomente la actividad a nivel de la calle.