Zonas de asentamiento cuyos límites están claramente definidos ayudan a controlar la expansión de los mismos, protegen los corredores de hábitat, y preservan los recursos naturales.    

A medida que las ciudades crecen, tienden a expandirse en su periferia generando crecimiento suburbano, aumentando el tráfico, y perdiendo sus características esenciales. Dicho crecimiento también diluye la capacidad de servicio de la infraestructura y amenaza los recursos naturales.  

Al establecer los límites de crecimiento de zonas de asentamiento considere que:

  • Preserven los recursos naturales y hábitats sensibles;
  • Incorporen proyecciones de crecimiento de la población;
  • Promueven la re-densificación, la readaptación de edificaciones, y el uso de transporte público;
  • Establezcan áreas de crecimiento que se conecten a través del transporte público; y
  • Establezcan o preserven corredores de migración de flora y fauna.

Cuando la re-densificación dentro de los límites no pueda acomodar la tasa de crecimiento, considere la planificación de áreas separadas que se conecten a la misma a través de transporte público.