A medida que aumenta la población urbana, se intensifica la necesidad de sistemas alimentarios sostenibles. La agricultura periurbana regenerativa ofrece un marco poderoso para transformar la producción de alimentos en nuestras ciudades y zonas circundantes.
La agricultura periurbana regenerativa, arraigada en los conocimientos indígenas y tradicionales, ofrece una poderosa solución para los sistemas alimentarios sostenibles. Al centrarse en la salud del suelo y el equilibrio ecológico, proporciona numerosos beneficios:
- Mejora de la salud del suelo: Prácticas como la agricultura sin labranza, los cultivos de cobertura, el pastoreo gestionado y el compostaje crean materia orgánica en el suelo, mejorando su estructura, su capacidad de retención de agua y su capacidad para secuestrar carbono.
- Mayor biodiversidad: La integración de alimentos básicos perennes y cultivos anuales diversos, junto con prácticas agroforestales como los silvopastos, los cultivos intercalados de árboles, las reservas ribereñas y los cortavientos biodiversos, crea ecosistemas que apoyan a los polinizadores, los insectos beneficiosos y la fauna salvaje.
- Mejora de la seguridad alimentaria: La producción local de alimentos refuerza la seguridad alimentaria regional y reduce la dependencia del transporte de larga distancia («food miles»).
Para reforzar aún más la sostenibilidad:
- Proteger las granjas periurbanas: Las políticas deben dar prioridad a la protección de estas tierras frente a la expansión urbana.
Integra la energía renovable: Cuando sea factible, los molinos de viento, la agrivoltaica o las matrices solares pueden proporcionar sombra, conservar la humedad, ofrecer a protección frente a condiciones meteorológicas extremas y generar ingresos para los agricultores.

















