Los huertos urbanos, desde las parcelas en el suelo hasta los oasis en los tejados, proporcionan multitud de beneficios, como seguridad alimentaria, mejora de la calidad del aire, apoyo a la biodiversidad, oportunidades económicas, mitigación de las islas de calor e importantes mejoras sociales.
Incorporar huertos urbanos, en todas sus formas, para conseguir ciudades más sanas, sostenibles y vibrantes.
Huertos urbanos:
- Aumentar el acceso a productos frescos y locales.
- Actúan como filtros naturales del aire, mejorando la calidad del aire urbano.
- Proporcionar hábitats para los polinizadores y la fauna salvaje.
- Combatir el efecto isla de calor urbano, reduciendo las temperaturas y el consumo de energía para refrigeración.
- Fomenta la interacción social y la responsabilidad compartida.
- Crear puestos de trabajo, apoyar las economías locales y proporcionar oportunidades de generación de ingresos.
Jardines en azoteas:
- Utilizar espacios infrautilizados para la producción de alimentos y zonas verdes.
- Reduce las necesidades energéticas del edificio mitigando las fluctuaciones de temperatura.
- Consideraciones importantes:
- Evalúa los requisitos estructurales y la huella de carbono de los materiales de construcción.
- Evalúa los patrones locales de clima y precipitaciones para determinar la viabilidad de la jardinería.
Ampliación de los Espacios Verdes:
- Utiliza terrazas, patios y pequeños espacios para microhuertos en los que cultivar hierbas, verduras y frutas pequeñas.
- Transforma terrenos baldíos en huertos comunitarios colaborativos.
- Crea Bosques Urbanos de Alimentos que imiten los ecosistemas mediante la superposición de diversas plantas comestibles que secuestren carbono y apoyen la biodiversidad.
























