Diseñar edificios, paisajes e infraestructuras para desmontarlos fácilmente permite la reutilización de materiales, reduciendo el uso de materias primas y minimizando el impacto medioambiental de la demolición, la eliminación de residuos, la construcción y el carbono incorporado de la producción de nuevos materiales.
Los principios clave de este enfoque de diseño se centran en crear un entorno construido que pueda desmontarse fácilmente, con el objetivo de recuperar y reutilizar tantos materiales como sea posible. Las estrategias básicas incluyen:
- Planificación de la deconstrucción: incorporar consideraciones sobre el desmontaje en una fase temprana de la planificación y el diseño de un proyecto.
- Diseño modular: utilizando componentes estandarizados e intercambiables que pueden montarse y desmontarse fácilmente.
- Conexiones reversibles: se basan en fijaciones mecánicas expuestas que permiten desconectar fácilmente los componentes sin dañarlos, en lugar de en uniones permanentes.
- Selección de materiales: seleccionar materiales que sean fáciles de recuperar, reciclar o reutilizar.
- Sistemas separados: separar los sistemas mecánicos, eléctricos, de fontanería e informáticos entre sí y de la envolvente del edificio para garantizar el mantenimiento o la sustitución sin dañar el edificio.
- Documentación: mantenimiento de registros detallados del diseño, los materiales y el proceso de desmontaje de edificios, paisajes e infraestructuras.























